Un plan de acción

A los que nos gusta cocinar le damos mucha importancia a la calidad de los ingredientes, cómo se mezclan y en qué momento se añaden. Son cosas fundamentales para garantizar un buen resultado. A veces nos sentimos como chefs con nuestros hijos porque se cocinan a fuego lento, con mucho amor y los mejores ingredientes para obtener el mejor plato.

No hay que pasarse, pero hay que llegar con cada uno de ellos a su punto exacto, y no existen recetas que podamos seguir, sino solo lógica e intuición. Los ingredientes para orientar a nuestros hijos adolescentes en el buen uso de las TIC son muchos, pero no deberían faltar los siguientes:

Para orientar a nuestros hijos adolescentes en el buen uso de las TIC siempre debemos contar con:

Sentido común

En muchos casos lo da la experiencia en la vida, y es una de las cosas en las que más podemos ayudar a nuestros hijos, que carecen aún de esa experiencia vital para tomar las mejores decisiones.


Motivación

Debemos motivarles ahora que todavía están cerca de nosotros. Las TIC son una realidad de nuestra sociedad, y deben usarlas, comprenderlas y utilizarlas con inteligencia.


Iniciativa

De la motivación a la iniciativa hay un paso, pero no siempre es fácil que lo den. No ayuda si se sienten atosigados, así que deberemos aprender a animarles sin agobiarles.


Confianza

El adolescente no está seguro de sí mismo y le falta confianza, es decir, saber que pueden conseguir aquello que se proponen, un elemento muy importante para su propia autoestima. En muchos casos, los padres que intentan evitarles problemas a sus hijos, terminan ahogando su confianza en sí mismos.

Esfuerzo

En los entornos adolescentes impera la ley del mínimo esfuerzo, y si bien nosotros los padres nos hemos tenido que esforzar más que ellos, teníamos las cosas más claras ya que las opciones eran más nítidas y había mucho menos para elegir. La falta de esfuerzo es un gran problema. Por eso, cuando se esfuerzan en conseguir algo, aunque sea pasar de nivel en un videojuego, no están perdiendo el tiempo.


Perseverancia y paciencia

Cada vez se esperan resultados más inmediatos, y si no se obtienen, se abandona lo que se había empezado. La repetición de ese abandono acaba destruyendo su autocompetencia percibida.


Responsabilidad

Consiste en hacer aquello que hay que hacer y hacerlo de forma correcta. Si han sido educados en el desarrollo de la responsabilidad durante su infancia, lo más probable es que se muestren bastante responsables en la adolescencia.


Tolerancia a la frustración

No siempre se consigue lo que se desea, y aprender a manejar los sentimientos desagradables cada vez que nos ocurre algo es un hecho que debe trabajarse desde que son pequeños.


Solución de problemas

Enfrentarse a los problemas requiere un entrenamiento adecuado, y sobre todo experiencia. Cuando los adolescentes se enfrentan a problemas en un territorio virtual, aprenden a resolverlos también en cualquier otra situación.


Cooperación

Es el único antídoto contra la terrible competitividad en el que están creciendo nuestros hijos. Deben aprender que se obtienen mejores resultados si se trabaja en equipo, y que el proceso es mucho más reconfortante.


Respeto

Nuestros hijos deben aprender a respetarse a sí mismos para poder respetar a los demás: no subir o bajar imágenes inadecuadas en Internet, no permitir ni cometer abusos, salvaguardar la propia identidad, etc.