Superar la brecha digital y avanzar hacia el futuro

Aunque los tiempos cambien, la realidad nos dice que las preocupaciones por nuestros hijos adolescentes son prácticamente las mismas que tuvieron nuestros padres e incluso nuestros abuelos: ¿Están seguros ahí fuera, lejos de nuestra protección? ¿Se están convirtiendo en personas buenas e íntegras? ¿Estamos educándolos correctamente?

El tiempo, la experiencia, e incluso el recuerdo de nuestra propia adolescencia son los factores que nos ayudan a intentar educarles de la mejor manera posible: les damos afecto, les imponemos ciertas normas y tratamos de que crezcan y maduren adecuadamente, sin prisa pero sin pausa.

Sin embargo, la aparición de las nuevas TIC ha dejado en una situación de fuera de juego a una gran parte de la generación actual de padres de adolescentes. En muchas ocasiones apenas logramos manejar el mando a distancia del televisor mientras que ellos aprenden a manejar un ordenador o un móvil de última generación antes que a montar en bicicleta.

Y es que nuestros hijos son nativos digitales, es decir, han nacido en plena era de las Nuevas Tecnologías y se manejan con ellas con absoluta naturalidad y facilidad.

En cambio nosotros no hemos nacido en ese mundo digital y de las TIC, no sabemos manejarnos como ellos, y no tenemos experiencia para comprender plenamente qué significa ese mundo. Así, se abre la llamada “Brecha Digital”, es decir, la distancia que hay entre las personas que saben utilizar las TIC como parte integrante de su día a día (los adolescentes) y las que no (muchos padres de adolescentes).

Pero no hay por qué preocuparse: lo importante es conocer el nuevo elemento y acercarse a él sin miedo y con curiosidad. Como ya hemos visto, las TIC no son más que un elemento de comunicación, una versión avanzada de elementos que ya conocemos: pandillas de amigos, bibliotecas, kioscos, salón de juegos, la plaza, el parque... Todos esos elementos están en las TIC, solo que en su versión digital. pretendemos daros algunas ideas, pautas y nociones que puedan ayudar a los padres y madres a orientarse y plantearse dónde estamos y dónde queremos llegar junto a ellos. Esto implica acompañarles también en el mundo de las TIC e interesarnos por cómo se desenvuelven en ellas, aprendiendo junto a ellos y supervisando constantemente si se desenvuelven utilizando la prudencia y el sentido común.