Redes sociales

¿Qué es una red social? De una manera simplificada se podría decir que una red social es una estructura social en la que un grupo de personas están en contacto. En Internet se considera una red social todo aquel sitio web que permite al usuario crearse una página de características sencillas sobre una plantilla establecida, en la que cuelga periódicamente información de todo tipo sobre su persona; desde cuál es la última película que vio en el cine hasta las fotografías de su último cumpleaños.

En muchos aspectos las redes sociales en Internet funcionan como una evolución natural del correo electrónico y la agenda de contactos. La función de la red social no es otra que la de mantener en contacto permanente a los usuarios con sus amigos y conocidos, o simplemente con personas con las que comparte determinados intereses.

Mientras que con el correo electrónico una persona tiene que decidir a quién va a escribir, elaborar un mensaje, enviarlo y esperar una respuesta, la red social permite hacer eso prácticamente de un solo vistazo, ya que es el propio sitio web de la red social el que te avisa de qué van haciendo las personas que tienes agregadas como amigos.

¿Cómo funciona una red social?


Para acceder a una red social hay básicamente dos caminos: entrar en su web principal y darse de alta, o bien recibir una invitación y aceptarla. La mayor parte de las redes sociales permiten darse de alta simplemente proporcionando un nombre de usuario y una contraseña, aunque algunas otras (como por ejemplo Tuenti) requieren de una invitación por parte de algún usuario de la red para poder entrar en ella; con este sistema se pretende que el usuario nuevo empiece ya con algunos “amigos” en su agenda de contactos.

Algunas redes sociales tienen limitaciones de edad por debajo de la cual no puedes abrirte una cuenta. Facebook y Tuenti tienen como criterio el tener al menos 14 años cumplidos para poder abrir una cuenta, o menos si cuentan con la autorización explícita de los padres, madres o tutores legales.

Este límite de edad está definido así según el artículo 13 del Real Decreto 1720/2007, en el que se especifica que solo los mayores de 14 años pueden facilitar sus datos personales por Internet sin consentimiento de sus padres, madres o tutores legales. Otras redes sociales han determinado subir a los 18 la edad mínima para poder pertenecer a ellas.

Existen redes sociales con intencionalidad específica, como Meetic, que está pensada para ligar, o como las redes sociales más orientadas a temas profesionales y laborales, como Xing o Linkedin.

Seguramente en ninguna de estas últimas redes sociales encontraremos a nuestros hijos, en unas porque ligan en cualquier lugar y a través de cualquier red, y en otras porque les aburrirían terriblemente al abordarse sobre todos temas laborales que consideran a años luz de sus intereses actuales.

Captura de pantalla de la red social LinkedIn

Una vez dentro de la red social, el usuario interactúa con ella como si fuera una pequeña página web personal. A través de aplicaciones muy sencillas proporcionadas por la propia red se pueden crear álbumes de fotografías, colgar canciones, pequeños textos, jugar a minijuegos y compartir los resultados, publicar iconos que representen su estado de ánimo, etc.

El punto fuerte de las redes sociales son los llamados “amigos”. La función principal de una red social es poner al usuario en contacto con otras personas que ya conoce o que son amigos de gente que conoce.

Un usuario puede solicitar “agregar como amigo” a cualquier otro dentro la red social; en el momento en el que ese otro lo “acepta como amigo” ambos recibirán información de qué está haciendo el otro en cada momento, sus modificaciones en su página de usuario, si ha subido fotos nuevas, etc.

Aunque esto será así en la medida en la que estén configuradas las opciones de seguridad y privacidad de la red social en cuestión.

Normalmente las páginas de cada persona en una red social –también llamadas “perfiles”- no son públicas, sino que están restringidas a su red de contactos. Una vez que te conviertes en amigo de otro usuario, ya puedes ver su perfil completo y todo lo que sube a su página personal de la red.

También puedes ver a sus propios amigos, con lo que se expande tu red de personas que potencialmente puedes agregar a tu perfil. Los usuarios pueden interactuar de forma activa en los perfiles de sus amigos, ya que la mayor parte de las redes sociales permiten comentar prácticamente todos sus elementos públicos.

Así, es frecuente que debajo de cada foto colgada, cada “frase de estado” añadida o cada puntuación en un juego que se muestre aparezcan diversos comentarios a estas acciones hechos por los amigos del usuario que las publica.

Las redes sociales también permiten en muchos casos una interacción directa entre usuarios, a través de mensajes dejados en las “biografías”, mensajes personales a la manera de pequeños correos electrónicos o incluso por medio de un servicio de mensajería instantánea exclusivo de la red social.

Por último, las redes sociales se han convertido también en un lugar de exposición mediática para personajes públicos, artistas, estrellas de la televisión y hasta políticos. No es infrecuente ver páginas de “fans” de estos personajes donde los usuarios se adhieren y en la que encuentran información sobre ellos.

También son habituales las páginas de empresas, organizaciones y asociaciones que buscan expandir su influencia de este modo, así como mantener informados a sus seguidores de la forma más veloz posible de las novedades que presentan. Finalmente en muchas ocasiones las redes sociales sirven para mostrar apoyo a causas concretas, como la firma de un manifiesto, la protesta por alguna ley, alguna queja pública, etc.