Los niños digitales

Las TIC permiten que se pongan en contacto personas de extremos opuestos de la Tierra, pero paradójicamente, es fácil caer en un consumo cada vez más individualista y aislado de las mismas. Cuando el niño es pequeño, es el momento de enseñarle a integrar la tecnología como una faceta más (y no exclusiva) de sus experiencias en el mundo analógico, las cuales debe desarrollar igualmente para potenciar sus relaciones en y con el mundo real.

Virtudes que hay que potenciar


  • Es menos crédulo y más curioso si desde pequeño se le ha enseñado a tener su propio criterio.
  • Tiene acceso a más información (y es consciente de ello).
  • Se lo cuestiona todo: tiene medios para buscar respuestas por sí mismo y valorar si son adecuadas o no.
  • Tiene mayor capacidad de procesar información audiovisual.
  • Ha nacido y crece con las TIC para las que posee enormes aptitudes, mucha intuición y una gran capacidad de adaptación.

Riesgos que hay que prevenir


  • Tendencia al consumismo ilimitado, lo que les lleva muchas veces a desear dispositivos que sustituyan al que ya tienen por la imagen social que otorgan, o caer en el consumo de bienes que tienen programada una corta vida útil para obligar continuamente a comprar nuevos equipos (obsolescencia programada).
  • Individualismo: egoísmo, falta de solidaridad, carencia de empatía, intolerancia a la frustración...
  • Valora poco lo que tiene y lo que puede costar conseguirlo.

  • Pérdida de perspectiva humana: muchas veces las TIC ponen una distancia entre nosotros y aquello que observamos que hace que nuestra capacidad de empatía se vea alterada, como ocurre cuando somos testigos a través de las TIC de casos de ciberbullying o cualquier otra forma de injusticia con la que nos podamos encontrar.