Internet

En Internet muchas veces no percibimos el riesgo ya que no vemos físicamente a nadie. Aún así no debemos dar nuestros datos a la ligera, ya que estaríamos poniendo en riesgo nuestra privacidad al no saber dónde acabarán esos datos, si alguien puede tener acceso a ellos y el uso que puede darles. Ya que Internet es un mundo virtual, conviene que solo enviemos datos virtuales. Las consecuencias de lo que en Internet se haga pueden ser completamente reales, por eso hay que ser igual de prudentes.

Veamos algunas equivalencias:


Mundo real Mundo virtual
Foto Avatar
Nombre Usuario, alias, nick
Correo electrónico privado Correo electrónico público
Ciudad Ciudad imaginaria
Llave Contraseña

Pese a que por seguridad se invite a crearse una identidad paralela para utilizar en el mundo digital, es necesario que la persona, en esencia, siga siendo la misma y sea plenamente consciente de su identidad. Hay personas que aprovechan la impersonalidad que da Internet para crear identidades alternativas, las cuales van acompañadas de actitudes que en su vida normal no manifestarían. Es un mecanismo de transformación parecido al que sufren algunas personas en un campo de fútbol, en donde encontramos a personas que en su vida cotidiana son educadas, tranquilas y controladas, convertidas en hooligans mezquinos y deslenguados.

Herramientas básicas de seguridad para Internet


Lo primero que debemos tener en cuenta es plantearnos si nuestra conexión es segura si usamos una conexión inalámbrica, la cual siempre deben estar protegida por contraseña. El siguiente paso es asegurarnos contra los virus mediante el firewall y el antivirus. El firewall impide que entre algo desconocido o que salga algo que no queremos que salga, mientras que el antivirus impide que se active algo dañino que, de alguna forma, ya ha entrado.

Los virus pueden entrar solo por conectarse a la red sin que sea necesario descargar ningún archivo y sin entrar en ninguna página. Dado que la aparición de nuevos virus es continua es muy importante actualizar periódicamente el antivirus. Existen muy buenas versiones de estos programas que son antivirus y firewall al mismo tiempo. Hay que advertir a nuestros hijos que ambos siempre deben estar activos. Un engaño que se da con cierta frecuencia es que el antivirus bloquee un contenido que les interesa, y por el afán de tenerlo, lo desactivan. El símbolo de estado del antivirus se suele ver en el margen inferior derecho de la pantalla.

Otros programas que aumentan la seguridad a la hora de navegar por Internet son los filtros de contenidos. Estos revisan lo que va a llegar a nuestro ordenador y lo bloquean si están definidos como contenidos inadecuados. La mayor parte de las webs dañinas, incluidas las pornográficas, pueden ser neutralizadas de esta manera. Los padres podemos configurar perfiles diferentes de filtrado para cada uno de nuestros hijos, o para nosotros mismos si no queremos ser molestados con diversos tipos de malware que pueden alojarse en nuestro ordenador.

Navegar por Internet

Nuestros hijos deben entender que navegar por Internet puede considerarse un derecho, pero también supone una responsabilidad. Al igual que pasear por la calle no les da derecho a cruzar con un semáforo en rojo, navegar por Internet no les da derecho a entrar en un lugar que no deben. Conviene realizar una planificación en la que se comprometan a no salir del tiempo y del espacio que se marque, negociar unas normas de hacia dónde navegan, cómo, cuándo, cuánto y para qué. Las herramientas que se utilizan para navegar por Internet se suelen llamar navegadores y son programas que sirven para buscar páginas web. Los navegadores modernos suelen disponer de herramientas para que los niños solo puedan navegar por los sitios que previamente han aprobado sus padres, así como sistemas de bloqueo de elementos emergentes o pop-ups.