¿Crees que las tic son un juguete?

Así es como ven tus hijos un ordenador, un móvil, una cámara digital, etc... Para ellos las TIC son un juguete. Y en parte lo son, porque es el uso que le dan en la realidad donde viven.

¿Qué habrías hecho tú si en lugar de un yo-yó hubieras tenido una consola de videojuegos llena de experiencias excitantes y profundamente interactivas?

No hay color: el yo-yó pierde por goleada. No obstante, disponer de juguetes tan estupendos no es motivo para estar todo el día jugando, ni que tengan por qué excluir a otros juegos analógicos que también hay que saber utilizar. Además, no podemos pensar que jugar no entraña peligro alguno.

Imagina el siguiente diálogo:

— Mamá, me voy a jugar al fútbol a la vía del tren.

— Muy bien, hijo, que te diviertas.

Nadie hace eso y ahí está la clave:

No se trata de prohibir el juego. Se trata de regular el juego.

Más bien se debe lograr la siguiente situación:

— Mamá, me voy a jugar al fútbol a la vía del tren.

— No, a la vía del tren no, hijo. Vete mejor a la placita y vuelve a las dos que vamos a poner la mesa.

Si se lleva haciendo esto toda la vida ¿por qué no lo hacemos también con las TIC?