¿Crees que las tic son una herramienta?

Estás viendo una parte del pastel, pero no el pastel entero. Es cierto que los ordenadores y las TIC en general (móviles, consolas de videojuegos, etc...) son una herramienta en la medida en que son útiles para desenvolvernos en la realidad, pero también es cierto que son mucho más que eso.

Una herramienta es algo que no tiene valor en sí mismo, solo es un medio para un fin. Si no hay un clavo que clavar, un martillo es un artefacto inútil. Ahora piensa en una bicicleta. En teoría, una bicicleta es una herramienta que te lleva del punto A al punto B, y solo eso. ¿Solo eso? ¿Seguro? Por lo pronto, una bicicleta hace al mundo más asequible, ya que te permite ir a sitios a los que antes ni se te habría ocurrido ir y experimentar sensaciones únicas. Y eso no solo cambia tu percepción de la realidad, cambia tu realidad entera, la amplifica.

De repente, la bicicleta deja de ser solo un medio y se convierte en una extensión de ti mismo, ya que gracias a ella gozas de mayor libertad de movimientos. Si después de un año yendo en bici a todas partes te quedaras sin ella, tu mundo empequeñecería y tú perderías calidad de vida.

Ahora imagina que en lugar de una bicicleta hablamos de un Fórmula Uno. ¿A qué velocidad y a cuántos lugares podrías ir en pocas horas en comparación con una bicicleta? Pues ni a la décima parte de los que puedes ir cuando te conectas a Internet. Por eso las TIC son mucho más que una herramienta: son un órgano interno de nuestra sociedad, como el riñón o el hígado. No es algo de lo que podamos prescindir, ya que lo impregnan prácticamente todo y forman ya parte del entramado de nuestra sociedad.